El film Outlander, le debe muchísimo al poema épico anglosajón Beowulf, manuscrito que no tenía nombre cuando fue descubierto allá por el siglo IX o X pero que se llama así desde principios del siglo XIX. Eso sí, en su particular visión de Beowulf el director Howard McCain ha introducido en la historia un toque alienígena aderezado por las más diversas influencias del cómic y el cine (seguro que recuerdan ‘Depredador’, ‘Alien el octavo pasajero’, ‘La cosa’, ‘Independance day’, ‘El planeta de los simios’, etc).
Ésta extraña combinación de géneros, el de la ciencia ficción con la espada vikinga, ha contado con un reparto cuanto menos dispar: Jim Caviezel (Kainan), Sophia Myles (Freya), Jack Houston (Wulfric), John Hurt (Rothgar) y Ron Perlman (Gunnar). Y cómo no, el gran atractivo de la función, la criatura Moorwen (el trol Grendel del manuscrito épico Beowulf), un nuevo y espeluznante hijo del extraordinario diseñador franco-griego Patrick Tatopoulos, papá inventor de los peores monstruos con los que podamos soñar (el marciano de ‘Independance day’, los vampiros de ‘Soy leyenda’ y la norteamericana criatura ‘Godzilla’ entre otros).