“Hemos hecho el último libro en dos películas, y fue una experiencia fantástica porque todos aquellos que quedaban vivos han regresado… e incluso algunos de los que habían muerto,” dijo sonriendo de manera cómplice. “Hay una secuencia extensa en la que todos los que quedan están allí cuando las fuerzas del bien se cruzan con las fuerzas del mal.”
“Creo que a lo largo de los años que han adaptado estos libros increíblemente populares y exitosos, han desarrollado una creciente confianza en su habilidad para dar forma a experiencias cinematográficas grandiosas, y donde necesitan cambiar el libro o el nudo central de la historia, ahora lo hacen con verdadero aplomo y con la bendición de Jo Rowling,” continuó. “Todos son muy concientes de que es una saga muy amada y este será el final de ocho entregas, y debe tener peso y sustancia, debes sentirte completo cuando termine. Es un paseo de diez años, no un paseo de dos horas, y todos lo sabemos y sentimos, es algo que estuvo flotando en el aire siempre mientras la filmábamos.”
“Esta saga se despide de manera épica,” concluyó. “Creo que el final de las películas será una fantástico festival visual en movimiento, y dejará más que satisfechos a los lectores de los libros, pero no les daremos el libro en la pantalla. Les daremos algo más, y diferente.”
“Es ago muy triste para mí,” admite al ser consultado sobre cómo se sintió por el final de la saga. “De cualquier manera soy un tonto particularmente sentimental, por lo que ya sentía nostalgia de la historia de Harry Potter mientras todavía la filmaba y sabía que se aproximaba el final. Siempre fui conciente del hecho que iba a tener que empacar y mi abrigo de piel y decir adiós a mi varita y poderes mágicos. Toda la diversión estuvo teñida de tristeza.”