El pasado 22 de octubre la Unión Ciclista Internacional (UCI) se cargó de un plumazo la buena reputación del corredor de Texas, al comprobar que las acusaciones de dopaje expuestas en un informe de la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) eran ciertas.
Armstrong se ha convertido en uno de los personajes más impopulares del país del tío Sam y su cinta abordará sus engaños para sumar trofeos. Años atrás él mismo quiso que su obra `It´s Not About the Bike´, en las que ahondaba en su lucha contra el cáncer, diera pie a un filme dirigido por Frank Marshall. Sin duda, el destino puede ser muy irónico.
El libro de Hamilton y Coyle fue publicado el pasado mes de septiembre, poco antes de que la USADA emprendiera acciones para desposeer a Armstrong de sus siete títulos del Tour de Francia.
Damon es tan solo un año mayor que Armstrong, pero el equipo de caracterización de su próximo trabajo se esmerara en que parezca un ciclista treintañero en plena forma. Huelga decir que el guión le obligará a "machacarse" en el gimnasio y a correr diariamente.
Eso sí, la ausencia de un final feliz podría dinamitar las expectativas de los productores en la taquilla internacional. "La mayoría de las películas deportivas terminan con una victoria inspiradora (...) Lance era un héroe antes de este escándalo. El final actual es demasiado deprimente. Sería una historia más atractiva con algo más esperanzador", señalaba una fuente cercana al proyecto.
Damon es un actor camaleónico y ha sido capaz de encarnar a personajes tan variopintos como el asesino amnésico Jason Bourne o el psicópata Tom Ripley. Ahora bien, Jake Gyllenhaal, el aclamado protagonista de `Brokeback Mountain´, estuvo a punto de robarle este papel.
Armstrong se ha reunido con el exdirector del Tour de Francia, Jean-Marie Leblanc, y su sucesor, Christian Prudhomme, para parar los pies a Sony en el desarrollo de esta producción. ¿Se avecina una guerra judicial entre la compañía y su posible víctima?
