Riddick continúa con los mismos nombres en el equipo creativo. David Twohy vuelve a actuar como director y como guionista, aunque ya sin la presencia de Jim Wheat y Ken Wheat (que colaboraron en la primera entrega), la música ha sido encargada a Graeme Revelle y la fotografía recae sobre David Eggby, como en el primer film. Y, por supuesto, Vin Diesel vuelve a encarnar a Riddick, en un reparto en el que también encontramos a Karl Urban e incluso a Jordi Mollà, en el papel de villano.
En este entrega, Riddick es dado por muerto por la mayoría de seres humanos, pero él sigue perdido en un recóndito planeta. Tal y como se observa en el teaser de Riddick, este planeta está poblado de criaturas feroces, como los trisons, toros carnívoros de tres patas; o los diablos de barro, e invierte su vida en la supervivencia. Y en dicho escenario, hará su aparición un ejército de cazadores de recompensas, que se empeñan en buscar a Riddick, negando su muerte, aunque Riddick preparará todo para iniciar su venganza y poder regresar a su planeta.
Uno de los aspectos más interesantes de esta saga es que se está convirtiendo en una narración transmediática, en terminología de Henry Jenkins. Y es que las obras cinematográficas no bastan para explicar el universo creado por la saga, así que se ha recurrido a otros medios audiovisuales y a otros soportes para completar los sentidos que se dejan abiertos. Por ello, fue lanzado un film de animación de 35 minutos por DVD, cuyo argumento sirve como conexión entre el primer y el segundo film, The Chronicles of Riddick: Dark Fury; y se han realizado videojuegos que sirven como precuela, que explican el pasado, el antes, del personaje. Así, si queremos conocer todos los acontecimientos de la saga, debemos saltar entre distintas plataformas. ¿Servirá esta tercera entrega, tal y como hemos visto en el teaser de Riddick, para resucitar la saga y construir un auténtico universo fílmico en torno a su vida?
