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30 de enero de 2010

La Cuarta Fase (2010) con Milla Jovovich

Los que disfruten de un horario más que flexible de trabajo o los estudiantes de mañanas ociosas sabrán que en el sexto canal de la televisión ofrecen todos los días a las 13 horas un programa que mezcla historias reales de asesinatos con la dramatización de los mismos.

La Fórmula es bien sencilla; tiras de registros policiales, grabaciones varias y recreas las historias más escabrosas con los actores más casposos.

Siguiendo la estela del fenómeno ‘Paranormal Activity’, el docu-reality está de moda. No hay nada como partir de una premisa sobrenatural o aterradora y convertirla en una amalgama de gritos en cámara digital de mano, entrevistas falseadas a propósito y cierto acojone general con las reacciones de personas que podrían ser como tú o el vecino de al lado.

Lo que vende ‘La Cuarta Fase’ es una historia de abducciones alienigenas, o al menos eso se infiere de su trailer y spot televisivo. Gran tema para configurar una trama atractiva y que siempre da buenos resultados en pantalla cuando se hace conjugando el terror psicológico y la incógnita de saber qué hay ahí fuera.

Lo que ofrece al final es un episodio alargado de ‘Expediente X’ dónde el guión galopa sobre la falta de conexión entre los acontecimientos que llevan a la protagonista hasta su destino final. Que en el minuto 35 no sepas aún por dónde van los tiros y el aburrimiento haga mella, no es buena señal para una película.

La Doctora en Psicología Abbey Tyler (Jovovich), tras sufrir una tragedia familiar importante, va descubriendo a través de sus pacientes que todos tienen sueños idénticos y que de alguna forma están conectados. Cuando algunos de ellos comienzan a sufrir ‘accidentes’ de especial consideración, ésta y su colega (Koteas) irán investigando ‘qué’ es lo que aterroriza a los habitantes de Noma, en Alaska, y lo más importante: porqué ella también sufre los mismos sueños.

Lo primero que vemos en pantalla es a Milla Jovovich avisando que estamos ante una historia real y cuya documentación gráfica se va a ir intercalando con el metraje dirigido por Olatunde Osunsanmi, que por cierto, se guarda un papel casi principal en la cinta a mayor gloria de su propio ego. Así, la película va mezclando la presentación de sus personajes con los nombres de los actores sobre-impresos (al más puro estilo catódico) con audio supuestamente original de la verdadera Doctora Tyler y las entrevistas con los pacientes reales.

Sin embargo, lo que es ‘La Cuarta Fase’ es uno de esos llamados ‘mock-documentary’ o ‘falso documental’, y hasta la campaña viral del film estuvo destinada a filtrar noticias de desapariciones en diversos diarios de Alaska antes del estreno del mismo con un importante acuerdo entre la asociación de prensa de dicho estado y la Universal Pictures para hacer frente a posibles reclamaciones que pudieran hacerse por la falsedad de las informaciones. Vamos, que ni hay Doctora Abbey, ni abducciones ni cintas ni nada.

A partir de ahí, todo el afán del director es montar el film de forma que aterrorice o al menos provoque algún tipo de inquietud al espectador. Muy a mi pesar, el montaje perpetrado por Osunsanmi es horrendo, dando bandazos de un lado a otro, dejando incompleto el perfil de todos sus protagonistas y centrándose únicamente en meter cuantos más ruidos e imágenes en vídeo casero posibles, optando incluso por la pantalla partida entre la supuesta realidad y la adaptación cinematográfica como si de un episodio de ‘24′ se tratara.

El resultado es el que tenemos, y en 100 minutos apenas 10 de ellos consiguen perturbar al espectador, más por el efecto ensordecedor de los gritos de los actores que por el factor sorpresa o de susto en sí. Y de la temática alienigena ni hablamos.

Habrá algún espectador inocente que piense que verá naves espaciales, pero estáis avisados: no vais a ver un alien verde, ni una fugaz aparición de un cabezón de ojos saltones. Mucho menos una explicación plausible de lo que acontece en la historia o el porqué Alaska y no Zaragoza. Sólo tienes que creer y ya está.

Me ha hecho gracia leer que posiblemente el alcoholismo junto a una climatología adversa y la nieve sean las causas principales de alguna desaparición que otra en la zona donde se desarrolla la trama de ‘La Cuarta Fase’. Ese final de la película hubiera sido mejor que el finalmente rodado: un sin fin de ‘decide tú lo que creer’ y una retahíla de lo que ha ocurrido con las personas implicadas…todo inventado, por supuesto.

Ya saltará alguno con eso de ¡’pero si a ti te gustó ‘Paranormal Activity’ gañan!!!’. No comparemos, no hay color. Alguna vez este film caerá en vuestras manos. Bien sea en DVD o en un pase nocturno en la tele. Podéis esperar y no gastaros el dinero.