Poco a poco nos llegan nuevas imágenes en movimiento de Pacific Rim, esa
película que, en palabras textuales de Guillermo del Toro, le salvó la
vida, "me vino como un regalo de navidad cuando lo necesitaba mucho",
cuando se encontraba en un momento de frustración tras no poder sacar
adelante su proyecto soñado, la adaptación al cine de At the mountains of
Madness, de H. P. Lovecraft. Tras su presentación en el Comic-Con de
San Francisco, hace unas semanas fue publicado su primer tráiler, y
ahora llega otro tráiler, que presenta nuevas facetas del film.
El desencadenante de la trama de Pacific Rim es la emergencia de una legión de criaturas monstruosas, llamadas
Kaiju, desde el fondo abisal marino, como si se tratase de unos nuevos
titanes, procedentes de la mitología griega, que son desencadenados y
regresan a la superficie terrestre. Los Kaijus atacarán a la humanidad, y
como respuesta, los seres humanos diseñarán unos monstruos para
combatirlos: los Jaegers, controlados por pilotos insertos en el interior
del monstruo, y controlados por por sus mentes a través de puentes
neuronales. Así, se inicia una guerra a muerte entre Kaijus y Jaegers,
entre monstruos y una humanidad que, para luchar, crean la propia imagen
de la alteridad: nuevos monstruos robotizados. Los Jaegers no consiguen
doblegar al enemigo, y todo parece encaminarse hacia el apocalipsis,
pero dos pilotos se alzarán como la última esperanza de la vida humana a
través del manejo de Jaegers algo más obsoletos, del pasado. Estos dos
pilotos son encarnados por Charlie Hunnam, como maestro, y su aprendiz Rinko Kikuchi; y entre el reparto también destacan Idris Elba y Ron Perelman.
El mayor avance que pretende impulsar Guillermo del Toro es la autonomía
plena de los robots y los monstruos respecto de los seres humanos,
creando una actitud con gestos propios y desligada de los hábitos
humanos. Es una idea de madurez en el abordaje del género de ciencia
ficción, pues pretende crear, por un lado, un enemigo que no imita la
vivencia humana, y así se puede narrar una guerra total entre dos
actitudes contrapuestas; y, por otro lado, un ejército de defensa de la
humanidad que, a la vez, se mueve con leyes robóticas propias, y no
según el organismo humano. Porque, tal y como reza la frase que define
al film: to fight monsters, we create monsters.
Y, tal y como puede advertirse en el tráiler, Del Toro recurre a un fuerte realismo en cuanto al manejo de los robots desde el interior,
que suponen la creación de unas normas dentro del universo diegético
para, después, llevarlas a las últimas consecuencias: el término ciencia
del género ciencia ficción es aquí respetado, lo que unido con los
espectaculares efectos especiales, genera un fuerte impacto por la
verosimilitud de sus imágenes.